LOS SIETE CIELOS
El
concepto de los siete cielos proviene de la tradición judeo-cristiana y es también
parte de las creencias musulmanas. Los persas y babilonios también creían en
Siete Cielos donde habitaban
sus deidades. Los persas en particular concebían al Séptimo Cielo como la
morada del Creador, quien estaba allí sentado en un inmenso trono blanco
rodeado de Querubines.
Se
dice que los Siete Cielos están suspendidos sobre la tierra, uno encima del
otro en esferas concéntricas. Su constitución no es física sino espiritual y se
pueden concebir como estados de conciencia o como otros planos de existencia.
De acuerdo a Louis Ginzberg, en su obra Leyendas de los Judíos, el Primer Cielo
es el más bajo en jerarquías y es como una especie de cortina que oculta el
firmamento y las estrellas durante el día. Por la noche los Ángeles descorren la
cortina par revelar la inmensidad del universo y del Primer Cielo. En este
concepto, el ser humano solo puede percibir el Primer Cielo, que es el
Universo, ya que este oculta los otros seis de su vista.
PRIMER CIELO: En hebreo su nombre es Shamayim o Wilon y
su príncipe regente es Sidriel, pero varias autoridades dicen que este cielo es
regido por Gabriel. Es aquí donde están todas las estrellas, cada una de los
cuales tiene su propio Ángel Guardián. El primer cielo es la morada de Adán y Eva.
Según el patriarca Enoch, este cielo es donde se guardan la nieve, el hielo,
las nubes y el rocío. Aquí Enoch vio también los doscientos ángeles que rigen
las estrellas.
SEGUNDO CIELO: En hebreo su nombre es Raquia y su príncipe
regente es Barakiel, aunque hay autoridades que dicen que este cielo es regido
por Rafael y Zakariel. Según la tradición judía , es en el Segundo Cielo donde están
aprisionados los ángeles caídos, que pecaron contra el Creador. Varias de las
moradas de los ángeles oscuros se encuentran en otros cielos, en áreas separadas
especialmente para ellos. El Segundo Cielo es también el lugar donde Dios
coloco a los planetas. En este cielo el patriarca Enoch vio a muchos pecadores
encadenados esperando el Juicio Final.
TERCER
CIELO: En hebreo el Tercer Cielo se llama Shehaquim y su príncipe regente
Baradiel. Otras autoridades dicen que Anael es el regente de este cielo. Es en
el Tercer Cielo que los ángeles producen y guardan grandes cantidades de mana,
que es el alimento celestial que Dios envío a los judíos durante su travesía
por el desierto. El mana es también el sostén de las almas santificadas. Esta
miel divina es llevada al Tercer Cielo por abejas celestiales bajo él manda de
Miguel Arcángel. Se dice que San Pablo visito el Tercer Cielo donde dijo haber
escuchado frases terribles que según él no podría repetir. San Pablo nunca fue
gran amigo de los ángeles, a los cuales acusaba de vez en cuando de infracciones
contra la ley divina. Tal vez los ángeles de este Tercer Cielo lo recibieron
con palabras ofensivas.
CUARTO
CIELO: En hebreo el Cuarto Cielo se llama Machonon y sus principales
regentes son Zahaquiel y Miguel. Se dice que la Jerusalén celestial se
encuentra en el Cuarto Cielo, junto con el Templo y el Altar de Dios. Fue en el
Cuarto Cielo que el profeta Mahoma se encontró con el patriarca Enoch. Es también
aquí que el Sol y la Luna viajan a través del firmamento en sus carruajes, de
acuerdo a una antigua tradición.
QUINTO
CIELO: Se llama Mathey y su príncipe regente es Zadkiel. Otras autoridades
dicen que este cielo es regido por Sandalfon, que según la Cábala también rige
la tierra y es conocido universalmente como el ángel de las lágrimas. En un área
separada de este cielo se encuentran otros ángeles caídos entre ellos Grigori o
Guardianes de las Torres o Atalayas, quienes
están en “las religiones del norte” de acuerdo a la leyenda. Varios de
los Grigori, junto a su regente Salamiel, fueron castigados por rechazar al
Creador. El profeta Zafaniah dice haber visitado el Quinto Cielo, donde
vislumbro los ángeles que se conocen como Señores, pertenecientes al Coro de
las Dominaciones o Dominios. Cada uno de estos ángeles llevaba una corona en la
cabeza y está sentado en un trono siente veces más resplandeciente que el Sol. En
este cielo también se encuentra el Ángel de la Venganza. También allí cantan
las alabanzas a Dios.
SEXTO CIELO: En hebreo su nombre es Zebul y su principe regente es Gabriel o Zadkiel. En este cielo es donde se guardan todos los infortunios de la humanidad como huracanes, plagas, terremotos, tembolores de tierra y otros fenómenos de a naturaleza reconocidos como de origen divino. Es aquí donde habita el Angel Guardián del Cielo y la Tierra, el cual está formado de nieve y fuego. Se dice que el Sexto Cielo que los ángeles estudian la astrologia.
SEPTIMO
CIELO: En hebreo su nombre es Araboth y su príncipe regente es Miguel.
Otras autoridades lo asignan a Cassiel. El Séptimo Cielo es donde se encuentra
la Morada de Dios y los espíritus de los seres humanos que aún no han nacido. Fue
en el Séptimo Cielo que el profeta Isaias escucho a Dios formar el plan de la
vida de Jesús en la tierra.
Cada príncipe regente preside sobre una hueste
celestial compuesta de cuatrocientos noventa y siete millares de ángeles
ministros. Todos estos ángeles montan a caballo y cuando están frente a su príncipe
regente, se desmontan y postran a sus pies. Los principales regentes llevan una
corona sobre sus cabezas, tienen un manto sobre los hombros y un cetro en la
mano.
Cada príncipe regente se quita la corona y se
postra a los pies del príncipe regente del cielo que es superior a él. Por
ejemplo, Sidriel, regente del Primer Cielo, se quita su corona y se postra a
los pies de Barakiel, regente de del Segundo; y Barakiel rinde a misma pleitesía
a Baradiel, regente del Tercer Cielo; Baradiel se postra ante Zahaquiel,
regente del Cuarto y así sucesivamente hasta el Séptimo Cielo.
Bajo el mando de los Príncipes Regentes de los
Siente Cielos están los siguientes Sarim o Príncipes Angelicales:
- Gallaliel, que está a cargo de orbe del Sol.
- Ofaniel, que está a cargo del globo de la Luna.
- Rahatiel, que está a cargo de las constelaciones.
- Kokabiel, que está a cargo de las estrellas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario